En el día mundial de la tiroides, te contamos sobre esta pequeña glándula de nuestro cuerpo, ubicada en el cuello y es parecida a una diminuta manzana que abraza la tráquea y, aunque por su tamaño puede no ser tan importante, esta se encarga de regular hormonalmente muchos procesos del organismo. Produce hormonas que juegan un papel clave en la regulación de la presión arterial, la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca, el metabolismo y la reacción del cuerpo a otras hormonas.
Las dos hormonas principales producidas por la tiroides son la triyodotironina o T3 y la tiroxina (T4). La glándula también produce calcitonina, que ayuda a las células óseas a procesar el calcio y agregarlo a los huesos.
Los problemas con la tiroides pueden incluir una variedad de trastornos que pueden resultar en una baja producción de la hormona tiroidea (hipotiroidismo) o por el contrario, demasiada (hipertiroidismo). Los trastornos de la tiroides pueden afectar la frecuencia cardíaca, el estado de ánimo, el nivel de energía, el metabolismo, la salud ósea, el embarazo y muchas otras funciones.
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¿Cómo mejorar la salud de la tiroides?
Muchos procesos corporales pueden llegar a desencadenar alteraciones que terminan por provocar un trastorno en la tiroides, por esta razón es que el estilo de vida es clave para mantener una buena salud en general y una buena actividad tiroidea.
Mejorar su dieta mejora la salud de la tiroides
El 70% de nuestro sistema inmunitario se encuentra en nuestros intestinos, esto se conoce como GALT, o tejido linfoide asociado al intestino. Estudios muestran que cuando el revestimiento intestinal se inflama, puede desencadenar una respuesta inmunitaria que puede ser clave en el desarrollo de la enfermedad de la tiroides.
Por esta razón, tener buenos hábitos y alimentarse de manera equilibrada, es esencial para mantener un buen estado de salud en la tiroides. La recomendación es consumir de cuatro a cinco porciones de vegetales y tres o cuatro porciones de frutas al día, junto con proteínas magras y pescado graso, como salmón, arenque, anchoas y caballa.
También es importante disminuir el consumo de alimentos procesados, incluidas las grasas trans, jarabes con alto contenido de fructosa, el glutamato monosódico y la azúcar refinada, pues pueden causar inflamación intestinal y, a su vez, desencadenar brotes autoinmunes.
Consuma verduras cocinadas
Verduras crucíferas como la coliflor, el repollo, la col rizada, los berros, y las coles de Bruselas pueden aportar gran cantidad de nutrientes buenos, como la vitamina C y el ácido fólico, pero comerlos crudos en altas porciones podría afectar su tiroides.
Estas contienen sustancias químicas naturales llamadas bociógenos (productores de bocio) que pueden interferir con la síntesis de la hormona tiroidea. Lo ideal es consumir estos alimentos ya sea cocinados ligeramente al vapor, o en otras preparaciones para que estas sustancias se desactiven.
Hacer ejercicio regularmente cuida su tiroides
La actividad física impacta en el proceso que conocemos como metabolismo, cuando se realiza de manera constante. El ejercicio requiere el consumo de energía, lo que provoca la conversión de las grasas almacenadas para obtener energía adicional. En este proceso, la glándula tiroidea produce más hormonas para regular el proceso metabólico.
Por lo tanto, aquellos con glándulas tiroideas hipoactivas deberían considerar seriamente un plan de ejercicios como parte de su búsqueda de tratamiento natural. En algunos estudios, los ejercicios aeróbicos mostraron una mayor concentración de T3 y T4 en la sangre. Estos ejercicios incluyen caminar, andar en bicicleta, nadar, correr y saltar lazo.
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Manejar el estrés, mejora la función tiroidea
Muchos reconocen los efectos nocivos que tiene el estrés en la salud, y el impacto que este puede tener en la salud de la tiroides, también es evidente. En algunas investigaciones, se ha evidenciado que cuando el cuerpo está estresado, aumenta el nivel de cortisol producido por las glándulas suprarrenales. Esto provoca un metabolismo más lento, lo que reduce los niveles de T3 y T4. Por esta razón, el manejo eficaz del estrés ayuda a que la glándula tiroides funcione de la mejor manera.
Considere realizar técnicas para el manejo del estrés, como ejercicios de respiración, dormir y descansar lo suficiente, meditación, ejercicio y tener una dieta saludable. Tener un tiempo dedicado al ocio, puede ser ideal para poder enfocar su energía en actividades de entretenimiento y bienestar.
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