Las fechas comerciales como el Black Friday, el Cyberlunes y la temporada decembrina traen consigo un ambiente de alegría, encuentros familiares y muchas compras. Sin embargo, entre luces, promociones y descuentos, algunas personas pueden llegar a perder el control.
En esta época del año, es común escuchar frases como “solo por esta vez” o “es que estaba en oferta”, pero si esos impulsos se repiten con frecuencia y generan malestar emocional o económico, puede tratarse de algo más serio: la compra compulsiva, también conocida como oniomanía.
Desde Seguros Bolívar, le contamos en qué consiste, cuáles son sus señales y cómo prevenirla para mantener el equilibrio entre el bienestar emocional y la salud financiera.
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¿Qué es la oniomanía o adicción a las compras?
La compra compulsiva es un deseo incontrolable de adquirir productos, impulsado generalmente por emociones como la tristeza, el estrés o la ansiedad. No se trata solo de querer algo nuevo, sino de una necesidad urgente de comprar para aliviar momentáneamente una tensión emocional.
De acuerdo con expertos en salud mental, esta conducta suele manifestarse entre los 18 y 30 años y es más frecuente en mujeres. En muchos casos, las compras se centran en ropa, zapatos, accesorios o productos de belleza. Los hombres que presentan esta conducta, aunque en menor medida, suelen inclinarse por aparatos tecnológicos o herramientas para el hogar.
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Señales de alerta: ¿cómo saber si hay adicción a las compras?
Identificar el problema a tiempo es fundamental para prevenir complicaciones emocionales y financieras. Estos son algunos signos que pueden indicar una relación poco saludable con las compras:
- Comprar para sentirse mejor cuando hay tristeza o ansiedad.
- Adquirir artículos que no se necesitan.
- Gastar más dinero del que se tiene disponible.
- Mentir sobre los gastos o esconder compras a familiares o amigos.
- Sentir culpa o remordimiento después de comprar.
- Recibir críticas frecuentes por el manejo del dinero.
- Tener deudas o cuentas sobregiradas.
- Sentir irritabilidad cuando no se puede comprar.
- Usar las compras como escape a los problemas personales.
Si se identifica con varios de estos puntos, es posible que esté enfrentando una adicción a las compras. Reconocerlo es el primer paso para empezar a cambiar.
Consecuencias de la adicción a las compras
Cada persona vive esta situación de manera diferente, pero los efectos más comunes incluyen:
- Problemas financieros, como endeudamiento o falta de liquidez.
- Tristeza, culpa o vergüenza después de comprar.
- Tensión familiar por el manejo del dinero.
- Aislamiento social o dificultades en las relaciones.
- Alteraciones emocionales como ansiedad o cambios bruscos de ánimo.
- Deterioro en la comunicación familiar y pérdida de confianza.
Además de afectar el bienestar emocional, esta adicción puede impactar la estabilidad económica del hogar y generar estrés continuo.
Tratamiento de la compra compulsiva
Aunque no existen medicamentos específicos para tratar la compra compulsiva, los profesionales recomiendan un enfoque basado en la terapia cognitivo-conductual, que ayuda a fortalecer el autocontrol, identificar detonantes emocionales y desarrollar estrategias para manejar los impulsos.
En algunos casos, puede ser útil el acompañamiento de un psicólogo o terapeuta especializado, así como la participación en grupos de apoyo. El objetivo no es eliminar las compras, sino aprender a comprar de manera consciente y equilibrada.
¿Cómo prevenir la adicción a las compras?
Prevenir esta conducta es posible si se adquieren hábitos financieros y emocionales saludables. Aquí algunas recomendaciones:
- Evite comprar cuando se sienta triste o estresado.
- Identifique antecedentes familiares de ansiedad o conductas adictivas.
- Haga seguimiento de sus gastos con aplicaciones o una libreta.
- Compre acompañado, para tener una segunda opinión.
- Deje las tarjetas de crédito en casa si no las necesita.
- Haga una lista de compras y apéguese a ella.
- Establezca un presupuesto semanal o mensual.
- Pregúntese antes de comprar:
- ¿Realmente lo necesito?
- ¿Podría vivir sin esto?
- ¿Qué sentiré dentro de unos días si lo compro?
El autocontrol no consiste en privarse de todo, sino en saber elegir lo que realmente aporta valor y bienestar.
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Compras conscientes: bienestar más allá del consumo
Durante las festividades, es natural querer dar regalos o aprovechar promociones. Pero también es importante hacerlo con conciencia, priorizando la tranquilidad sobre el impulso.
Preguntarse “¿esto me hace bien?” puede marcar la diferencia entre una compra impulsiva y una compra con propósito. Así, el consumo se convierte en una acción responsable, que cuida su economía y su salud emocional. Recuerde, el bienestar no se mide en bolsas ni facturas, sino en equilibrio, tranquilidad y paz interior.
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Porque cuando su salud está protegida, todo lo demás fluye con mayor tranquilidad.
*Este contenido fue ajustado con el apoyo de herramientas de Inteligencia Artificial y cuidadosamente revisado por nuestro equipo editorial. Contenido original escrito por: Dra Martha Suescun
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